viernes, 26 de junio de 2009

311

viernes, 26 de junio de 2009
.

Yo en cambio me he olvidado de respirar, de mirar alrededor, de reflejarme en el espejo. Me he olvidado de andar hacia delante, de querer escuchar, de querer gritar. He perdido el norte por arrancar las agujas de las brújulas y aniquilarte en muñecos de vudú. Me he olvidado de recomponerme y me he encerrado para no permitir que nadie lo hiciera por mí, para que nadie me oyera aullar de rabia y dolor. Me he olvidado de dar la cara porque está demasiado triste para soportar la más mínima mirada de compasión. Me he metido debajo de las sábanas y he salido con sonrisa de póker para que todo pareciera estar bien. Pero no está bien. Todo esto no está bien porque siento el peso de las paredes apoyado sobre mi y veo los edificios caer tras mis pasos, y la bolsa de consejos precocinados no me da para compensar tanto melodrama y jugar a ser feliz.

De modo que habrá que esconderse en las canciones tristes para justificarse, en los oídos pacientes para mentir mejor, en las habitaciones oscuras para diseccionar las verdades y poderlas tragar. Habrá que fingir que puedo ser trivial, que sé cargar con mis errores para no destruir los castillos de naipes que por puro azar todavía se mantienen en pie. Habrá que dejar los dedos exhaustos de arañar teclas para poder empezar a apuntar en alguna dirección, porque el caso es que ahora mismo creo que me he olvidado de quien soy, de adonde voy…



.

viernes, 19 de junio de 2009

Y ver que queda

viernes, 19 de junio de 2009
.

“Un dolor es una ocupación, puedes abandonarte a él sin ningún resentimiento. Es todo lo que tienes que hacer. Perseguir el dolor que viaja entre los nervios hasta el cerebro. Aislarlo ahí y vigilar después cada movimiento. Perseguir el efecto de los calmantes también, como la lluvia. Ver que se lleva a su paso, y ver que queda.”

Ray Lóriga
.

lunes, 15 de junio de 2009

Deshaz los nudos

lunes, 15 de junio de 2009
.
Para de gritar.

Deja ya de amenazar con romper el cielo.

No intentes deslumbrarme una vez más.

Mejor quiébrate las entrañas.

Deshaz los nudos.

Olvida la delicadeza.

Sube el volumen de la música hasta que no escuche nada más.

Desgarra tus nubes de tormenta…

…y mójame las ventanas hasta que no quede más lluvia que llorar.




.

sábado, 13 de junio de 2009

Emergencias subcutáneas

sábado, 13 de junio de 2009
.
Cuando el fuego se cuela por las ventanas de Madrid no hay mejor antídoto que el olor a cloro en el pelo y a crema en la piel.
.

viernes, 12 de junio de 2009

Baisers volés

viernes, 12 de junio de 2009
.
Llevaba una semana buscando esa canción y no aparecía en ninguna parte.

Cuando empezó a sonar para ayudar a morir los Besos robados de Truffaut me encandiló. Era sencilla, bonita y sonaba un poco triste, perfecta para el sabor agridulce que envuelve la realidad de esta película. Tenía que conseguirla, pero sin una banda sonora oficial y mi inexistente nivel de francés no sabía ni por donde empezar. Pero un par de ideas tontas y mucha información insustancial después encontré un título, una pregunta tan tranquila y nostálgica como el banco parisino en el que todo acaba. Y así, de repente, mi habitación se llenó de ritmo.

Supongo que es necesario que, de vez en cuando, la música y el cine se llenen de genialidad en las situaciones normales, esas en las que los finales no están llenos de fuegos artificiales ni giros inesperados, esas en las que lo mejor que puedes hacer es llenar los espacios en blanco con una bonita canción.





Ce soir le vent qui frappe à ma porte
me parle des amours mortes
devant le feu qui s' éteint.
Ce soir c'est une chanson d' automne
dans la maison qui frissonne.
Et je pense aux jours lointains

Que reste-t-il de nos amours?
Que reste-t-il de ces beaux jours?
Une photo, vieille photo
de ma jeunesse.

Que reste-t-il des billets doux?
Des mois d' avril, des rendez-vous
Un souvenir qui me poursuit
Sans cesse

Bonheur fané, cheveux au vent,
baisers volés, rêves mouvants.
Que reste-t-il de tout cela?
Dites-le-moi.

[...]
.

martes, 9 de junio de 2009

Everwood

martes, 9 de junio de 2009
.
“Cuando las cosas funcionan bien en el universo una pérdida de inocencia suele conllevar, con el tiempo, un aumento de humanidad. El tiempo es así de extraño, a cambio de todo lo que nos arrebata nos concede algo, a veces es un nuevo amigo, a veces es un mejor entendimiento de nosotros mismos, a veces… sólo es un día perfecto."


Everwood 1x07




Me gustan los narradores. Me gustan sobretodo cuando dicen cosas así. Son sin saberlo la esencia de la historia, los que deciden el tono de cada sílaba, la importancia de cada frase. En definitiva los responsables de conmovernos o de dejarnos indiferentes. Así que hoy dedico mi espacio y mi tiempo a aquel que últimamente me remueve un poquito las entrañas cada vez que se aclara la garganta.

Siempre es bueno redescubrir series en las que no te venden sangre innecesaria, ni dramas sin sentimientos, en las que miden el peso de cada palabra y te la susurran al oído con voz grave y serena.

Así que puedes tacharme de sentimental, pero hoy me gustan los narradores, me gustan cuando dicen cosas así.
.

lunes, 8 de junio de 2009

Prohibido aparcar

lunes, 8 de junio de 2009
.
¿De dónde salió esa obsesión por saltarnos las normas?
.

miércoles, 3 de junio de 2009

Matar al tiempo

miércoles, 3 de junio de 2009
.
-Creo que ustedes podrían encontrar mejor manera de matar el tiempo -dijo Alicia- que ir proponiendo adivinanzas sin solución.

-Si conocieras al Tiempo tan bien como lo conozco yo -dijo el Sombrerero-, no hablarías tan despreocupadamente de matarlo. ¡El Tiempo es todo un personaje!
.

martes, 2 de junio de 2009

Cosas que hacen que la vida valga la pena

martes, 2 de junio de 2009
.
Siempre me gusto esa expresión “vale la pena”, pero me gusta sobretodo cuando los días se ponen cuesta arriba, cuando realmente hay una pena que poner en la balanza para salir ganando. Me gusta porque me hace darme cuenta de que la mayoría del sufrimiento, afortunadamente, no es en vano.

Precisamente tras ver la película que me sugirió esta entrada decidí hacer una lista que compensara la mala racha de la que estoy hartita de hablar. Y así, aunque el mundo no cambie, por lo menos tendré en los labios el regusto dulce de saber que hay tantas cosas que hacen que la vida valga la pena que la mayoría ni siquiera cabían aquí.




El olor de las sábanas recién lavadas.
La comida casera.
El café.
Poder hablar con las personas que te importan aunque se marchen a miles de kilómetros.
Esas canciones que ponen el vello de punta.
Un buen libro.
El chocolate.
Mi sitio en el parque del Oeste.
Los abrazos que te cortan la respiración.
Una tarde de cine con palomitas.
Los domingos soleados.
Apagar el despertador sabiendo que ya no llegas a clase.
La playa.
Que el circo a los 20 años fuera mejor que a los 7.
El tacto del césped en los pies.
Algunos besos.
Las conversaciones infinitas de madrugada.
El tinto de verano.
Que los semáforos se pongan en verde nada más llegar.
Las mariposas en el estómago.
Los reencuentros.
Una ducha bien caliente en invierno.
Álgebra 6.4
Quedarse escribiendo hasta las tres de la madrugada.
Los mojitos.
El olor a tierra mojada.
Las sorpresas.
Caminar sin prisas por Gran Vía.
Pero sobretodo, poder poner un largo etcétera en la lista de cosas que te hacen feliz.

Etceeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeétera.
.