viernes, 26 de junio de 2009

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viernes, 26 de junio de 2009
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Yo en cambio me he olvidado de respirar, de mirar alrededor, de reflejarme en el espejo. Me he olvidado de andar hacia delante, de querer escuchar, de querer gritar. He perdido el norte por arrancar las agujas de las brújulas y aniquilarte en muñecos de vudú. Me he olvidado de recomponerme y me he encerrado para no permitir que nadie lo hiciera por mí, para que nadie me oyera aullar de rabia y dolor. Me he olvidado de dar la cara porque está demasiado triste para soportar la más mínima mirada de compasión. Me he metido debajo de las sábanas y he salido con sonrisa de póker para que todo pareciera estar bien. Pero no está bien. Todo esto no está bien porque siento el peso de las paredes apoyado sobre mi y veo los edificios caer tras mis pasos, y la bolsa de consejos precocinados no me da para compensar tanto melodrama y jugar a ser feliz.

De modo que habrá que esconderse en las canciones tristes para justificarse, en los oídos pacientes para mentir mejor, en las habitaciones oscuras para diseccionar las verdades y poderlas tragar. Habrá que fingir que puedo ser trivial, que sé cargar con mis errores para no destruir los castillos de naipes que por puro azar todavía se mantienen en pie. Habrá que dejar los dedos exhaustos de arañar teclas para poder empezar a apuntar en alguna dirección, porque el caso es que ahora mismo creo que me he olvidado de quien soy, de adonde voy…



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3 comentarios:

mínima importancia dijo...

Lexatín..Rebe...mira q te lo he dicho....LEXATÍN!!!
=D
Yo sé quien eres....eres mamá sabia!

mínima importancia dijo...

Cuando la vida no se soporta, hay q darle un margen a los acontecimientos...está contraindicado llorar!
sopesa el envoltorio de cada promesa...
lee ese texto...a mi me pone firme!

pájaro pequeño dijo...

ME ENCANTA EL BLOG!!!!

Besossss