martes, 21 de octubre de 2008

Rebelión en la cama

martes, 21 de octubre de 2008
.
Hace tiempo leía un blog que perdí de vista, pero todavía guardo algunos pedacitos que merecen la pena:

"Y también llego el día en que mi cama se rebeló.

Iba a acostarme, acababa de ponerme el pijama y mullir la almohada cuando, al ir a retirar las mantas la cama exclamó “¡No, otra vez tú!”. Como ya no era ningún mozalbete impresionable y sabía que cosas así nunca pueden descartarse por completo, mi estupefacción no duró más que unos segundos, durante los que me mentalicé para la que presentía, sería la conversación más extraña que tendría aquel mes.

-¿Cuál es el problema? nunca te has quejado. De hecho nunca has dicho nada, ni siquiera sospechaba que pudieras hablar- me interesé, retomando la posición erguida.

-Estoy harta de que siempre duermas aquí.

-Eres mi cama, ¿Dónde quieres que duerma?- la interrumpí con toda lógica

-Y son las diez de la noche, ¡Un viernes! ¿No te da vergüenza acostarte tan pronto?

-No.

-Bufff- resoplo la cama- Y además sólo, ¿Hace cuanto tiempo que no traes a nadie?

-No lo recuerdo- admití.

-Me aburro tanto…me siento tan inútil…-comenzó a autocompadecerse la cama.

-Esta bien, mañana hablaremos de ello, ahora tengo sueño- dije, recostándome sobre ella.

-¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Qué asco! ¡Qué asco tu tacto!- chilló fuera de sí, poniéndose áspera y urticante hasta que me picó todo el cuerpo y tuve que incorporarme de un salto.

-¡Basta! Eres mobiliario; y por tanto irracional.

-¡La razón! ¡La diosa razón! ¡Siempre la razón!... todos esos importantísimos libros que lees antes de dormir y que luego dejas tirados encima de mí…como si fuera una vulgar estantería. No fui diseñada para eso, sino…sino… ¡Para el amor!- exclamó, emocionándose con sus propias palabras y llorando calcetines.

-¡Cielos, es repugnante! Está bien, ¿Quieres que traiga a alguien?, de acuerdo, lo traeré, pero quién o qué será, eso no lo puedo asegurar, sólo espero que con eso te calles y me dejes dormir en paz.- dije mientras me cambiaba de ropa de nuevo, apresuradamente, y me disponía a salir hacia el centro, dejando a la cama sola con sus desvaríos.

Unas horas después, agotado y apestando a humo, irrumpía en la habitación seguido de una abogada que hacía observaciones aleatorias acerca del futuro y de la música, mientras terminábamos de desvestirnos. Yo por mi parte reparé en que la cama había aprovechado mi ausencia para arreglarse; estaba aseada, fresca, con sábanas nuevas.

Tampoco tardé mucho en percatarme de que, tendida sobre ella, con esas medias de rejilla, la abogada parecía un jamón cocido. Su actitud también era la de un jamón cocido. Dudaba si ahumarla. Pero a ella, a la cama, no parecía importarle, parecía haber vuelto al mutismo propio de los buenos muebles y no emitió más que un hondo chirrido de placer, cuando sin pensármelo demasiado, me incluí en la abogada y empecé a penetrar su cuerpo vacío de información.

No me quedó claro si todo este esfuerzo había merecido la pena hasta que, tras un descanso que se tornó definitivo, considerando que podía hablar con libertad, me volví hacia el colchón y pregunté – ¿Estás contenta? ¿Me dejarás ya dormir?- y como contestación no obtuve mas que un delicioso, cálido, silencio."

Enrique Garret.


Siempre fue más fácil llenar la cama que el corazón, que le vamos a hacer...

4 comentarios:

Fernando García Redondo dijo...

porqué me encuentro este blog tan tarde? grrrr
mira, a ver si te gusta esta canción.
(no prejuzgues por el artista, mira sólo la canción):
http://www.youtube.com/watch?v=vxYjCvmLBlU

Bezo

Rebeca dijo...

No te preocupes, que el blog solo tiene una semana, es casi un bebé-blog, jeje. Ahora veré el vídeo (sin prejuicios, por supuesto, jeje).

Irene dijo...

me encanta!! sobretodo tu última frase ;). besos guapa!

Iorgeus dijo...

Reeeeeeeeeeeeepe!!! :P Druja sin usar!!!!