martes, 17 de febrero de 2009

Dos faros de mar

martes, 17 de febrero de 2009
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Hace tiempo, una noche de bares y cantautores empezó a sonar esta preciosidad, pero lo increíble es que cada nota sonaba a una sonrisa tuya, cada silencio a una de tus lágrimas, y en cada acorde yo veía uno de tus detalles. Ví tus noches en la cocina dentro de los tupper de mi frigorífico, tus tardes de compras en mi armario, tus preocupaciones en las llamadas perdidas de mi móvil, y supe que un día tendría que regalarte esta canción, porque aunque fuera otro el que eligió las palabras podría jurar que las escribió para ti. Así que hoy vuelvo a robar versos para desearte feliz cumpleaños.




"Tuve mi casa en tu sujetador,
y me hice un columpio con tu falda.
Le diste cuerda a mi corazón,
y en cada pared pintaste una ventana.
Tú siempre has sacado a la ilusión
de su coma profundo.
Voy a echarle arena los relojes
para estar más tiempo juntos.

Tus ojos son dos faros de mar,
se derrumba el mundo pero tú lo ordenas,
cuando soy un calcetín sin par,
y en el paladar tan solo queda arena.

Tras tantas semillas en tu boca
que al besarte nacen flores.
Como explicar que no se hablar de mí
sin pronunciar tu nombre, ay tu nombre…

Tú eres el otro sol, el que más hace falta,
eres el salvavidas y a la vez eres el agua.
Y la felicidad es verte andar por casa,
todas esas arrugas que la risa hizo en tu cara.
Madre siempre habrá estemos donde estemos
una gran línea recta entre tu cuerpo y mi cuerpo.

Te debo todo, la voz, la piel,
ven a verme cuando estés desencontrada,
que ahora me toca a mi devolver
tus abrazos cuando el mar me dio la espalda.

Madre me parezco tanto a ti
que a veces cargas con mis miedos,
y a veces soy tan parte de ti
que toco el mundo con tus dedos, ay con tus dedos…

Tú eres el otro sol, el que más hace falta,
eres el salvavidas y a la vez eres el agua.
Y la felicidad es verte andar por casa,
todas esas arrugas que la risa hizo en tu cara.
Madre siempre habrá estemos donde estemos
una gran línea recta entre tu cuerpo y mi cuerpo.

Si tú te caes me rompo yo.
De mis heridas sangras tú.
Yo te recojo en tus bolsillos la esperanza.
Aquí te presto mi pulmón,
y si te falta algo de luz
intentaré hacerte un abrigo para el alma…

Tú eres el otro sol, el que más hace falta,
eres el salvavidas y a la vez eres el agua."


Madre. Marwan
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