viernes, 12 de marzo de 2010

Healing

viernes, 12 de marzo de 2010
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Me faltan tiritas para curarte el pasado, para venderte un futuro mejor en el que casi no creo ni yo. Me duele y me repara a la vez el hecho de verte desprotegido, mucho más desnudo que cuando te quitas la ropa, mucho más abierto en canal de lo que yo me atrevería a mostrarme jamás.

Me enternece esa entrega, porque las palabras difíciles son las que más cuesta regalar. Y siento envidia de tus frases claras, y quiero partir mis cerrojos, y saltarme mis propias murallas, pero siempre hay realidades que lo impiden, esas otras frases que me saben mucho más amargas, que quieren morir a medio camino entre tu garganta y mis oídos, pero que sobreviven siempre, crueles y directas, cubiertas por el amargo bálsamo de la verdad.

Pero a pesar de eso quiero elevarme con el tono de tu voz y bajar después reptando a tus caderas, enloquecer a las yemas de mis dedos mientras olvidan el pedazo de historia que me niego a admitir como propio. Por eso sigo entrenando a mis pies para que se mantengan pegados al suelo cuando haces que me ponga de puntillas para tocar el cielo de tu boca. Porque hay que admitir que la gravedad después de todo me ha anclado para no despegar, para no ir nunca más allá de las fronteras que trazan las siluetas de tu habitación.

Y sin embargo me repara quedarme enredada a las pompas de jabón que son algunas mañanas de domingo, acostumbrándome a este limbo de días impares, a esta existencia despegada y exquisita, al ambiguo sentimiento de no saber sucumbir más que a lo que dicta cada poro de mi piel.

Después de todo ya hemos aprendido a limpiarnos las heridas con alcohol, a acariciar cicatrices y a calmar la sed de los días fracasados entre salivas tibias. Por eso, cuando me hablas en la oscuridad y la confianza se vuelve algo más sólido que las historias hechas de algodón de azúcar sé que he ganado, que no sé qué, pero que después de los despieces internos y las reconstrucciones aceleradas al fin puedo bordarme una sonrisa de medio lado y quedarme dormida en mi lado de la cama, al menos por un rato…


"But I know from your eyes
and I know from your smile
that tonight will be fine,
will be fine, will be fine,
will be fine for a while..."



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4 comentarios:

"Aquel chico..." dijo...

"Gravity is working against me,
and gravity wants to bring me down."


No voy a hablar de la entrada porque es como admirar un jardín que yo no podo ni riego, no debo.

Voy a hablar de ti que embelleces algunas cosas más que los tulipanes de Holanda a principios de mayo.

Parecía que el invierno te había dejado marchita, nadie esperaba nada de ti, ese letargo parecía eterno y tú nos dabas señales de rendición. Sin embargo, justo cuando empezaba a vestirme de negro para cumplir riguroso luto, renaces con esto. Sin duda, el ser humando in extremis, saca lo mejor de sí. Tú de todos.

John Michael dijo...

Ayer fue ayer, disfruta de hoy y olvidate de mañana.

Ya sabes, heaven can wait

. dijo...

Love, I can smell it.


;)

Rebeca dijo...

Tomás, una vez más te diré que tan redondo comentario me queda grande. Algún día abrirás los ojos y verás mi vulgaridad, pero mientras tanto seguiré enrojeciéndome ante estas cosas.

Javo en eso estamos trabajando, en intentar vivir al día exprimiendo las cositas buenas que la vida te pone por medio.

Orologiaio olía más dulce entoces de lo que era, porque en definitiva esto versaba sobre algo bastante más simple... =)