lunes, 19 de enero de 2009

Kafka en la orilla

lunes, 19 de enero de 2009
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"A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. Como una danza macabra con la Muerte antes del amanecer. Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena e ir atravesándola paso a paso. Y en su interior no hay sol, ni luna, ni dirección, a veces ni siquiera existe el tiempo. Allí sólo hay una arena blanca y fina, como polvo de huesos, danzando en lo alto del cielo."



Extracto de Kafka en la orilla, de Haruki Murakami
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1 comentarios:

El lobo estepario dijo...

La gota que sale del mar ya no se acuerda que un día fué ola...
La suave hierba del campo es débil pero cuando sopla fuerte el viento, resiste la embestida porque se deja llevar. Sin embargo el recto Roble se parte por ir contra el viento...

Un saludo.