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… O simplemente Benedetti.
Hoy que sé que ya no habrá más palabras, he rebuscado entre los folios de mi cajón tus frases viejas y me han parecido tan intensas como el color de las paredes recién pintadas. Y es que cuando se siente fuerte, no hay tiempo ni muerte que valga. Será por eso que no he podido evitar dedicarte mi día, mis palabras, a cambio de los silencios que llenaste con las tuyas. Al menos por mi parte te ganaste la inmortalidad aquel día que me hiciste entender que todo puede perdonarse, menos no saber volar…
Extracto de la película El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela
"No te quedes inmóvil
al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana;
no te salves ahora, ni nunca,
no te salves;
no te llenes de calma,
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados
pesados como juicios;
no te quedes sin labios,
no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre,
no te juzgues sin tiempo.
Pero si, pese a todo,
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana,
y te salvas ahora,
y te llenas de calma,
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo,
y dejas caer los párpados
pesados como juicios,
y te secas sin labios,
y te duermes sin sueño,
y te piensas sin sangre,
y te juzgas sin tiempo,
y te quedas inmóvil
al borde del camino,
y te salvas, entonces,
no te quedes conmigo."
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